La asamblea del movimiento por la escuela Pública , Laica y
Gratuita de Valladolid, en la jornada del día 7 de febrero, se sumó al movimiento de solidaridad con
esta población beduina de Palestina y contra las intenciones de ocupación de
Israel.
La Escuela
Beduina Palestina de las 3.000 Ruedas está
amenazada de demolición por el Ejército israelí y la comunidad será deportada
al exvertedero de Jerusalén
En la
ruta de Jerusalén a Jericó, en plena Cisjordania, se asientan varias comunidades
beduinas palestinas, las más pobres de entre las pobres y las que más sufren
los rigores de la
ocupación. En 2009, la ong Vento di Terra construyó la Escuela de las
3.000 Ruedas, llamada así por haber sido realizada con neumáticos reutilizados
y criterios bioclimáticos. La Escuela ha supuesto un auténtico revulsivo para
la comunidad beduina, no sólo a nivel educativo sino también social, ya que
actúa como centro de encuentro, de formación de adultos, de salud, etc. Ahora,
el Ejército de Israel ha anunciado que demolerá la escuela y trasladará a toda
la comunidad -unas 5.000 personas- al antiguo vertedero de Jerusalén. Israel
incumple nuevamente la legislación internacional: las resoluciones 194 y 242 de
Naciones Unidas, la Convención de Ginebra, la Declaración Universal
de los Derechos Humanos y la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia. A pesar de
argumentar unas insostenibles razones de seguridad, sus motivos están claros:
evitar el empoderamiento de la comunidad beduina y robar un territorio para
seguir expandiendo los asentamientos y asegurarse la lucrativa vía turística de
Jerusalén al Mar Muerto.
A favor del derecho a la
educación de todos los niños y niñas del mundo
En contra la demolición de la
escuela de las 3.000 ruedas
(escrito de la comunidad educativa de solidaridad con el problema de esta demolición)
Como miembros de la comunidad
educativa de Valladolid hemos tenido noticia de los planes del Ejército de
Israel de demoler la denominada Escuela Beduina Palestina de las 3.000 Ruedas y
de trasladar a los miembros de la comunidad –los Jahalin, unas 2.300 personas-
a las cercanías del vertedero de basuras de Jerusalén.
Dichos planes nos han sido
comunicados en su visita a Valladolid por la enfermera vallisoletana Alicia
Vacas y por el rabino israelí Jeremy Milgrom, fundador de Rabinos por los
Derechos Humanos. Asimismo, hemos ratificado este plan de demolición de la
Escuela y deportación de la comunidad a través del informe de Amnistía
Internacional publicado el 8 de febrero de 2012 bajo el esclarecedor título de
“Debe cancelarse el plan para desplazar forzosamente a las comunidades beduinas
de los Jahalin”.
La comunidad Jahalin fue
expulsada en 1948 al desierto de Judea, en concreto a la ruta que conduce desde
Jerusalén a Jericó. En total, se calcula que malviven en este inhóspito lugar
de Cisjordania unas 5.000 personas. Las condiciones de vida son deplorables:
infraviviendas y chabolismo sin acceso a los servicios básicos de agua y
electricidad, sin apenas trabajo, carencias sanitarias, altas tasas de
mortalidad infantil, mínima escolarización… Todos los índices socioeconómicos
son sensiblemente inferiores a la media de la sociedad palestina. A los rigores
de la ocupación israelí que sufren todos los palestinos y palestinas hay que
añadir que las comunidades beduinas han visto cercenados sus medios
tradicionales de vida (nómadas, ganaderos y transportistas de mercancías en
caravanas).
En el año 2009, la organización
no gubernamental italiana Vento di Terra construyó la Escuela de las 3.000
Ruedas. El complejo –cuatro aulas, una sala de profesores, un patio de juegos y
unos servicios- debe su nombre a que se edificó con neumáticos reutilizados
rellenos de adobe y siguiendo criterios bioclimáticos.
La puesta en funcionamiento de la
Escuela supuso no sólo la posibilidad de escolarizar a casi un centenar de
niños y niñas, sino también un revulsivo para una comunidad absolutamente
deprimida. El lugar se convirtió en centro social, sanitario, lugar de
educación de adultos… Incluso se comenzó un programa de formación de
profesorado y ya la comunidad cuenta con su primera profesora beduina, Mariam,
todo un símbolo para los Jahalin. A ese primer centro ha seguido otro más,
además de una incipiente red de guarderías y una clínica móvil.
Nosotros y nosotras, como
miembros de la comunidad educativa y en el más firme convencimiento de que la
educación es un derecho inalienable para cualquier niño o niña,
independientemente de su raza, religión o condición social, no podemos sino
oponernos a la destrucción de esta Escuela. Dicha demolición no sólo atenta
contra la Declaración Universal de los Derechos de la Infancia, sino que
supone, como ha recalcado Ann Harrison, directora para el Programa de Oriente
Medio de Amnistía Internacional, un “crimen de guerra”, ya que las personas que
integran la comunidad Jahalin están consideradas como refugiadas por parte de
Naciones Unidas.
Para unirse a las campañas de solidaridad existentes :
Amnistía Internacional
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